Adicción al ejercicio: ¿cómo controlarla?
La práctica regular de ejercicio físico es un hábito imprescindible para tener buena salud. Sin embargo, todo exceso es malo, y este hábito se vuelve problemático cuando hablamos de adicción al ejercicio.
La adicción al ejercicio o vigorexia se refiere a la conducta compulsiva de ejercitarse o a la dependencia de la actividad física para sentirse bien. Por otro lado, y al igual que en otras adicciones, el no poder realizar ejercicio físico produce síndrome de abstinencia con sentimientos de irritabilidad, ansiedad o agresividad.
Esta conducta tiene consecuencias negativas para la persona. No solo aumenta el riesgo de padecer una lesión, sino que causa problemas al deportista con su círculo de personas más cercano: entrenador, amigos, familia… Por todo ello, te contamos qué es y cómo superar la adicción al ejercicio.
En qué consiste la adicción al ejercicio
A rasgos generales, la adicción al ejercicio tiene reacciones emocionales similares a cualquier otra conducta adictiva. Además, tiene unas peculiaridades que se destacan:
- Necesidad constante de realizar ejercicio físico y de aumentar sin control la frecuencia, intensidad y volumen de las cargas.
- Excesiva cantidad de tiempo dedicada a cada entrenamiento.
- Aparición de emociones negativas muy intensas al no poder entrenar.
- Abandono de otras actividades cotidianas por entrenar.
- Continuación del entrenamiento aunque haya dolor o una lesión.
Cómo controlar la adicción al ejercicio
La buena noticia para aquellas personas que padezcan adicción al ejercicio es que esta se puede controlar y superar. Sin embargo, para conseguirlo es necesario que el deportista realice un esfuerzo activo y esté altamente motivado. Para que sea más fácil el proceso, a continuación damos unos consejos prácticos.
1. Identifica y reconoce el problema
El primer paso para superar una adicción es reconocer que la conducta es perjudicial y dañina para uno mismo. Sin ese grado de conciencia, no es posible pasar a las fases sucesivas de intervención.
Existen varios cuestionarios en línea para evaluar el grado de adicción al ejercicio que padece una persona. Por ejemplo, estas son dos opciones reconocidas:
- EAI: Inventario de Adicción al Ejercicio.
- EDQ: Cuestionario de Dependencia al Ejercicio.
La gran ventaja de emplear cuestionarios para la evaluación es su facilidad de uso y aplicación. Ambos se pueden encontrar fácilmente en internet y dan respuestas válidas y fiables para medir tanto el grado como el riesgo de padecer adicción al ejercicio.
2. Mantén el contacto con las personas de tu entorno
Cuando una persona sufre una adicción, es muy habitual que evite a las personas que componen su círculo de confianza. En último término, la vida de estas personas gira en torno al ejercicio y dejan de realizar las tareas diarias por entrenar.
El apoyo de otras personas es un pilar fundamental para superar una adicción. En primer lugar, porque proporcionan escucha activa y empatía que tranquiliza y reconforta. Además, son de gran ayuda para conectar a la persona con profesionales de la salud, como médicos o psicólogos.
3. Relativiza los pensamientos y creencias irracionales
En torno a la adicción, existen multitud de pensamientos y creencias negativas cuya única función es alimentar y mantener el trastorno. Sin embargo, cambiar la forma de pensar no es fácil, ya que estos pensamientos se encuentran muy enraizados en la mente de la persona.
Creencias como «tengo que entrenar al máximo todos los días» o «si un día no entreno perderé la forma física» no se corresponden con la realidad y son una fuente importante de frustración.
La solución pasa por lo que los psicólogos denominan reestructuración cognitiva. Es decir, dar una vuelta a esos pensamientos que generan malestar y tratar de verlos desde una perspectiva más racional y menos emocional.
Disfruta del ejercicio de forma saludable
Realizar ejercicio debe ser una actividad placentera y agradable para la persona. En el momento que cause malestar psicológico o interfiera en otros ámbitos de la vida, se debe reevaluar el papel que tiene la actividad física en la vida.
Además, es muy importante recalcar que las adicciones se pueden tratar siempre y cuando la persona ponga de su parte para solucionar el problema. Los profesionales de la salud enseñan habilidades y recursos a la persona para afrontar la situación, pero es el deportista quien debe aplicárselos a sí mismo de forma activa.
En definitiva, superar una adicción no es un proceso fácil, pero desde luego que es necesario para volver a encontrar la salud mental y bienestar que todos merecemos.
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