5 malas actitudes en principiantes que deben superar

Todo deportista profesional en algún momento fue un principiante. Iniciarse en un deporte no es tarea sencilla, y es normal que aparezcan malas actitudes que influyen negativamente en el proceso.
5 malas actitudes en principiantes que deben superar
Gloria Redondo Rincon

Revisado y aprobado por la psicóloga deportiva Gloria Redondo Rincon.

Última actualización: 26 mayo, 2023

Todos los principiantes en cualquier deporte cuentan con una malas actitudes que entorpecen su progreso. Ser novato no es fácil, pero esto no significa que todo sean desventajas. Empezar un deporte requiere altas dosis de motivación y esfuerzo, que solo los más fuertes mentalmente conseguirán mantener.

Cualquier deporte requiere altos niveles de práctica para dominarlo. Es normal que al principio cueste más entender la técnica y el movimiento, pero hay que tratar de ser constante para alcanzar esa habilidad. Como dice el refrán “la práctica hace al maestro”, por lo que la única manera de convertirse en un profesional es mediante el trabajo duro.

Malas actitudes en principiantes: las 5 más comunes

Con una actitud positiva, el momento de iniciarse en una actividad puede ser muy enriquecedor y divertido. Es por esto que, en este artículo, trataremos las malas actitudes que los principiantes deben evitar.

1. Compararse con deportistas más avanzados

Es inevitable comparar el progreso con el de otros deportistas. La comparación es una forma de obtener información, ya que proporciona un punto de referencia que ayuda al deportista a ubicar su progreso. La comparación social no es buena o mala en sí, pero hay que saber con quien resulta adecuado hacerlo.

Compararse con deportistas que están muy alejados del momento actual resulta perjudicial para la autoconfianza. La estrategia más conveniente sería compararse con deportistas en un nivel de habilidad y con características similares.

2. No ser paciente con el proceso

Cada deportista tiene su velocidad de progreso. A algunos les resulta fácil integrar un movimiento en concreto y necesitan menos tiempo para avanzar, mientras que otros requieren más tiempo para aprender una destreza.

Hombre que padece depresión en un entorno deportivo.

Con respecto a esto, es importante remarcar que no hay una velocidad de progreso adecuada. Cada persona tiene sus características y su forma de aprender. Al final, no importa cuánto se tarde en llegar a la meta, sino que lo que de verdad importa es llegar a ese punto.

3. Querer avanzar más rápido de lo que se puede

Entre las malas actitudes en principiantes, es muy habitual encontrar deportistas que quieren ir más allá de las propias capacidades. Motivados por el deseo de avanzar, muchos cometen el error de hacer un esfuerzo por encima de su capacidad que, en el peor de los casos, puede acabar en una lesión.

Hay que ser paciente con uno mismo y ser consciente de hasta dónde se puede llevar el cuerpo. Reconocer y admitir las limitaciones no hace al deportista más débil, sino todo lo contrario, lo hace más responsable y comprometido con el deporte.

4. Despreciar la importancia de adquirir una buena técnica

Consolidar una buena base técnica es de vital importancia en cualquier deporte. Los movimientos técnicamente bien ejecutados disminuyen la probabilidad de lesionarse, además de que consumen menos energía al deportista.

Los principiantes suelen subestimar la importancia que tiene dedicar gran parte del entrenamiento a aprender la técnica. Creen, erróneamente, que es suficiente con la fuerza para realizar el movimiento.

Jugador de tenis no controla las emociones negativas.

La parte técnica es un rasgo diferenciador entre expertos y novatos. Los expertos tienen los movimientos automatizados, pueden ejecutarlos sin tener que pensar en los pasos. Por el contrario, a los novatos les cuesta más y tienen que recordar las instrucciones para realizarlos correctamente.

5. No saber gestionar la frustración

Aprender una nueva habilidad puede resultar frustrante. Comprender y repetir movimientos a los que el cuerpo no está acostumbrado no es tarea sencilla y requiere mucha fortaleza mental.

Aprender a gestionar la frustración es una habilidad psicológica presente en los deportistas profesionales. Además, es normal que al principio el deportista no sea capaz de encadenar varias victorias seguidas, por lo que debe contar con niveles altos de tolerancia a la frustración.

Calmar la frustración requiere identificar y rebajar la intensidad de las emociones negativas. Parece complicado, pero el viejo truco de contar hasta diez y respirar profundamente ayuda a sentirse mejor.

¡Hay que disfrutar el momento presente!

Es normal que todo deportista principiante piense en el momento en el que se desempeñe casi como un profesional. El proceso es lento y costoso, pero las malas actitudes solo suponen un obstáculo que frena el progreso.

Además, no se puede olvidar que todos los deportistas profesionales fueron principiantes en algún momento, y seguramente experimentaron dudas, inseguridad o frustración. No obstante, su motivación y compromiso fueron más fuertes, y gracias a esas cualidades se convirtieron en lo que son hoy.

Por último, cabe mencionar que la atención debe dirigirse al momento presente. Focalizar los pensamientos en el futuro y lo que podría suceder no tiene sentido y supone una distracción importante, que impide disfrutar del período de aprendizaje.


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  • Ruiz, L. M., Sánchez, M., Piqueras, J. D., y Jiménez, C. (2006). Los expertos en el deporte: su estudio y análisis desde una perspectiva psicológica. Anales de Psicología/Annals of Psychology, 22(1), 132-142.

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