Liderazgo en el entrenamiento personal

Hay muchas formas de ser líder, pero no todas son igual de eficaces para aumentar el rendimiento. Conocer cómo ser un buen líder es un potente estímulo para ser mejor deportista y persona.
Liderazgo en el entrenamiento personal
Gloria Redondo Rincon

Revisado y aprobado por la psicóloga deportiva Gloria Redondo Rincon.

Última actualización: 26 mayo, 2023

Una de las variables psicológicas más importantes en el rendimiento deportivo es el liderazgo. Esto se debe a que la capacidad de dirigir e influir en las personas es una cualidad muy bien valorada.

Aún así, ser líder no solo significa saber hacerse cargo de un equipo, sino también de uno mismo. Es decir, la persona que es buen líder muestra la misma capacidad de disciplina con los demás y con uno mismo.

La figura de los líderes resulta muy atractiva y persuasiva, hasta el punto que todo el mundo desea saber cómo potenciar esta cualidad. Por suerte, el liderazgo no es algo innato, sino que se puede mejorar si se trabaja sobre él. A continuación, trataremos qué significa ser un buen líder y cómo llegar a convertirse en uno.

En qué consiste el liderazgo

El liderazgo es el conjunto de capacidades que tiene una persona que le permiten influir sobre un grupo de individuos para alcanzar unos objetivos específicos realizando una tarea. Esta definición es, a grandes rasgos, qué es lo que caracteriza a un líder, pero hay muchas formas de ejercer esta habilidad.

El liderazgo se descompone en varios estilos en función de 2 variables: la orientación hacia el bienestar de las personas con las que se trabaja por un lado, y la preocupación únicamente por la tarea que se tiene que realizar por otro.

Según explica una investigación que publicó la revista Universitas Psychologica, con la combinación de ambos aspectos, se pueden establecer 3 estilos:

  • Democrático: son los líderes preocupados tanto por las personas como por realizar bien la tarea. Es el mejor estilo, ya que su meta es crear un buen ambiente de trabajo para que así aumente la productividad.
  • Autoritario: aquellas personas solo preocupadas por la tarea, pero no por el bienestar de las personas a su cargo. Ejercen el liderazgo de forma déspota y basándose en su autoridad. Se puede conseguir resultados siempre y cuando el líder esté controlando a los demás.
  • Permisivo: solo les interesa la buena relación con los demás, pero descuidan la realización de la tarea. Ejercen poca influencia, ya que dejan que cada uno haga lo que quiera y realizan poco trabajo de coordinación.
Entrenador de un equipo de baloncesto hablando con sus jugadores.

Cómo convertirse en un buen líder

Una vez que ya se tiene una visión amplia sobre qué es el liderazgo, interesa más conocer cómo ser un mejor líder. Potenciar esta capacidad permite una mejor relación con los demás, así como ser más productivo. Estas son algunas claves para tener en cuenta.

1. Es muy importante adaptar el estilo según las personas

Los estilos de liderazgo no deben ser concebidos como rasgos de personalidad estables, sino que son características fluidas y flexibles. Ser un buen líder implica adaptar el estilo en función de las características de las personas con las que se trabaje.

Hay grupos de personas que tienen un nivel de motivación o habilidades menor, por lo que habrá que estar encima de ellos y exigirles más. Por el contrario, aquellos grupos que sean más habilidosos no necesitan un líder controlador. Como ellos son capaces de organizarse por sí mismos, se puede adoptar un papel más pasivo.

2. Los conflictos son inevitables, afróntalos lo antes posible

Dentro de un grupo, es normal que surjan discrepancias y puntos de vista diferentes. Esto no es para nada malo; de hecho, las discusiones grupales son una maravillosa oportunidad para intercambiar opiniones y que ocurran nuevas formas creativas de realizar las tareas.

Habitualmente se piensa que los conflictos son algo indeseable y que deben evitarse a toda costa para no perjudicar al resto. Es cierto que los conflictos afectan negativamente a la dinámica del grupo si no se tratan a tiempo, pero si se detectan y afrontan en su momento no suponen tal amenaza. Para ello es fundamental que cada persona se vea con la confianza suficiente como para poder expresar su opinión.

3. Fomenta el compromiso de las personas con la tarea

Existen muchas razones que explican por qué uno decide formar parte de un grupo: proximidad física, atractivo del grupo o simplemente la necesidad de realizar una tarea en conjunto. Sea cual sea la razón, el compromiso con el equipo es un factor esencial para que la persona se adhiera al grupo y cumpla con su responsabilidad.

La inteligencia social ayuda a formar buenos equipos de trabajo.

Según un estudio publicado por la revista Kairos: Revista de temas sociales, el compromiso es un indicador muy valioso del rendimiento en equipos de élite.

Potencia el liderazgo para ser mejor deportista

Uno de los mitos en relación con el liderazgo es que solo lo ejercen los entrenadores hacia los deportistas. Esto no es para nada así, ya que también los deportistas son líderes, como en el caso de los capitanes de un equipo.

Saber gestionar y entender a las personas es una enseñanza de gran valor para ser mejor deportista. Empieza a ejercer de buen líder y verás como todo el mundo a tu alrededor se convierte en un poderoso aliado.


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  • Huéscar Hernández, E., López Mora, C., y Cervelló Gimeno, E. (2017). Relación de los estilos de liderazgo, cohesión grupal, potencia de equipo y rendimiento en jugadores de fútbol no profesionales. Universitas Psychologica, 16(4), 125-138.
  • Souto, D. P., y Cepero, Y. L. (2006). Caracterización de indicadores de rendimiento grupal que impulsan la eficiencia en equipos de trabajo. Kairos: Revista de temas sociales, (18), 2.

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