¿Cómo han superado la depresión algunos deportistas?

Cuidar la salud mental es un asunto que debería ser prioritario en el deporte. Si esto no se procura, se deja expuestos a los deportistas a que sufran algún trastorno psicológico, como ansiedad o depresión.
¿Cómo han superado la depresión algunos deportistas?
Gloria Redondo Rincon

Revisado y aprobado por la psicóloga deportiva Gloria Redondo Rincon.

Última actualización: 26 mayo, 2023

En la historia del deporte, existen muchos ejemplos de deportistas que han superado la depresión. Estos casos son más comunes de lo que parece; lo que pasa es que se tienden a pasar por alto y no se les presta toda la atención que se merecen.

Aunque parezca que los deportistas de alto nivel son personas por encima de nosotros, lo cierto es que son individuos normales y corrientes, igual de vulnerables a sufrir un trastorno mental.

Estrategias que ayudan a superar la depresión

La cara oscura del deporte es que hablar de salud mental sigue siendo siendo un tabú. Esto dificulta que los deportistas puedan hablar abiertamente del malestar, y suelen pedir ayuda cuando el problema ya los desborda.

Aún así, existen algunos valientes que han compartido sus experiencias y sirvieron de ejemplo para otras personas. Por esa razón, a continuación repasamos cómo han superado la depresión algunos deportistas.

Es innegable que la manera más eficaz de superar una depresión es contar con la asistencia de un profesional de la salud mental. Ir al psicólogo supone un acto de valentía, pero también es una de las mayores acciones de amor propio.

Muchos deportistas afirman que han superado la depresión gracias a la ayuda de un psicólogo. Jugadores de fútbol como el delantero Álvaro Morata, o Michael Phelps, considerado el mejor nadador de todos los tiempos, son ejemplos.

Muchos deportistas han superado la depresión gracias al psicólogo.

Por ello, la figura del psicólogo dentro del deporte ha ido cobrando mucha importancia en los últimos años. Con suerte, en el futuro todos los equipos y clubes contarán con este profesional.

Reconociendo que no pueden con todo

Uno de los mayores errores que cometen los deportistas es creer que tienen que cumplir con todas las exigencias a la perfección. Esto en la vida real es imposible, ya que la perfección es un ideal inalcanzable, una idea solo realizable en la cabeza del deportista.

En el momento que el deportista es capaz de reconocer esto y puede expresarlo abiertamente, se libera de un peso muy pesado. Por desgracia, suelen tardar varios años en darse cuenta, y puede que en ese momento ya se haya desarrollado un problema psicológico.

Uno de los puntos fundamentales de la terapia psicológica es ayudar a la persona a darse cuenta de los pensamientos irracionales que tiene y cómo estos influyen en las emociones. En relación con esto, hay que estar muy atento a los pensamientos expresados en términos como «debería…» o «tienes que hacer…».

Rodeándose de gente que se ha preocupado por ellos

Aunque los deportistas se vean como personas que lo tienen todo en la vida, la verdad es que muchos de ellos afirman sentirse solos. Desde fuera pueden proyectar una imagen de triunfo y seguridad, pero no se puede olvidar que son personas con sentimientos.

La falta de apoyo social es un factor de riesgo muy importante en la aparición y mantenimiento de la depresión. Esto es lo que concluye un estudio publicado por la revista Universitas Psychologica

La escucha activa es fundamental para ayudar a una persona con vigorexia.

Por otro lado, fortalecer las relaciones con las personas que conforman el entorno más próximo — familiares, amigos y compañeros de entrenamiento— disminuye la probabilidad de sufrir un trastorno afectivo.

La depresión no debería ser un tabú en el deporte

Cualquier persona, incluso aquellos que siempre se ven alegres, es propensa a sufrir un episodio depresivo a lo largo de la vida. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, la depresión es una de las causas más frecuentes de discapacidad en todo el mundo.

Superarla es posible, pero para ello se necesita la colaboración de la persona. Esta debe dar el primer paso, y seguramente el más difícil, de abrirse y comunicar que no se siente bien. Una vez que haya tomado esta valiente decisión, en el proceso irá acompañado de un psicólogo, de manera que nunca estará solo y tendrá una figura de apoyo permanente.


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  • Lugo, S. G., Domínguez, A. P., y Romero, J. C. G. (2018). Depresión adolescente: factores de riesgo y apoyo social como factor protector. Universitas Psychologica, 17(3), 1-11.

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