
El duelo es un proceso que prácticamente toda la población experimenta a lo largo de su vida. Es habitual sentirnos cansados, sin energía e invadidos por la tristeza tras la pérdida de una ser querido. Para que este proceso sea más…
El periodo de embarazo debe ser una etapa de alto control sobre las acciones, ya que el futuro bebé se ve afectado en gran medida por ellas; una de las consecuencias de los malos hábitos durante la gestación es el nacimiento del bebé prematuro
Se considera como un parto prematuro aquel que tiene lugar antes de la semana 37 de gestación. Son varias las causas que pueden dar lugar al nacimiento de un bebé prematuro. Algunas de ellas son perfectamente evitables, otras escapan por completo de cualquier control.
La Organización Mundial de la Salud ha venido advirtiendo sobre el creciente número de partos prematuros. Entre las posibles causas, se enumeran factores ambientales y los altos niveles de estrés propios de las sociedades modernas.
Junto a estas causas inherentes a a la sociedad y al estilo de vida moderno, también se menciona por la OMS cierto grado de negligencia, tanto de algunas gestantes como de los médicos que atienden.
Gracias a los avances en la medicina, las probabilidades que tiene un bebé prematuro de sobrevivir al difícil trance son cada vez mayores. Hasta no hace mucho tiempo, un neonato que llegase al mundo antes de plazo tenía muy pocas oportunidades. Al día de hoy, al menos el 80% de los casos consiguen salir adelante.
Según el tiempo de gestación en el momento en que se produzca el alumbramiento, los partos prematuros se clasifican de la siguiente manera:
Los factores de riesgo que intervienen dentro de un parto antes de plazo se dividen en dos grupos. Estos son:
Estos alumbramientos pueden ocurrir de forma espontánea o ser inducidos. En algunos casos, los bebés llegan al mundo a través de un parto natural, mientras que en muchas oportunidades se practica una cesárea. Cada caso se evalúa individualmente, de acuerdo al historial médico de la madre y a otra serie de factores.
Este es un factor que suele aparecer cuando se evalúan los casos de nacimientos prematuros. El sobrepeso y alimentación deficiente o desequilibrada son dos de las variables que influyen más negativamente.
Un estilo de vida lleno de estrés y ansiedad también forma parte de las posibles causas. Otras dos consideraciones desfavorables consisten en no llevar un control prenatal desde la época temprana del embarazo o no seguir al pie de la letra las indicaciones del ginecólogo obstetra.
Las mujeres que padecen diabetes o hipertensión arterial tienen más probabilidades de dar a luz a sus bebés antes de cumplir la semana 37 de gestación. De igual forma, quien ya tenga un bebé prematuro presenta todavía un mayor riesgo de atravesar nuevamente por esa situación.
La edad es otro elemento a considerar al revisar el historial médico de la madre. Tanto cuando son muy jóvenes (menores de 16 años) o mayores de 35, las mamás presentan un índice más elevado de nacimientos antes de plazo.
Son dos de los factores de riesgo más temidos durante el embarazo. La preclamsia se presenta por un aumento desmedido de la presión arterial, incluso en mujeres que antes del embarazo no sufrían de problemas de hipertensión. Algunos de sus síntomas son hinchazón en las piernas y retención de líquidos
En la diabetes gestacional se produce un aumento de los niveles de azúcar en la sangre durante el embarazo. No están del todo claras las causas que dan origen a esta patología. Aunque en algunos casos se puede avanzar hacia la diabetes tipo 2, muchas mujeres superan este descontrol después del alumbramiento.
Las estadísticas son muy claras: al menos uno de cada dos embarazos de gemelos culmina antes de la semana 37 de gestación. En los casos de trillizos o más bebés dentro del vientre materno, la tasa de prematuridad es prácticamente del 100%.