Analizamos el alimento ecológico y sus ventajas
Los alimentos ecológicos son aquellos que han sido producidos en base a unas normativas que buscan el cuidado y la protección el medio ambiente, así como productos más sabrosos y nutritivos.
Por ejemplo, en la Unión Europea están fijados cuáles son los requisitos indispensables que debe cumplir un producto para poder llevar un sello que lo certifique como ecológico.
Cómo reconocer un alimento ecológico
Para saber si un alimento es ecológico, hay que fijarse en el sello que certifica su condición de producto ecológico. Esta información debe estar siempre a la vista del consumidor para que no genere confusiones.
Además de los sellos que otorgan los organismos certificadores y de control de productos ecológicos, existen otras formas alternativas para asegurar que estás comprando un producto sin tóxicos, saludable y sin efectos negativos sobre el entorno; los Sistemas Participativos de Garantía
Se trata de sistemas de garantía de calidad que operan a nivel local. Certifican a productores y productoras tomando como base la participación activa de los consumidores y se construyen a partir de la confianza, las redes sociales y el intercambio de conocimiento.
Más saludables y naturales
Los alimentos ecológicos son más saludables, ya que están libres de residuos tóxicos persistentes procedentes de pesticidas, antibióticos, fertilizantes sintéticos, aditivos y conservantes, muchos de ellos utilizados en la agricultura convencional para eliminar insectos o plagas.
Al no contener sustancias artificiales, los alimentos procedentes de la agricultura ecológica son asimilados correctamente por el organismo, sin alterar las funciones metabólicas. Gran parte de las enfermedades degenerativas tienen su origen en la alimentación.
Además, no contienen aditivos, los cuales pueden provocar problemas en la salud tales como insuficiencias cardíacas, osteoporosis, migrañas e hiperactividad.
Agricultura ecológica
Este tipo de alimentos no necesita el uso de pesticidas, por lo que no quedan residuos de estos en los alimentos. Diferentes estudios toxicológicos demuestran la relación existente entre los pesticidas y ciertas patologías como el cáncer, las alergias y el asma.
El uso de pesticidas, también es perjudicial para la salud del trabajador agrícola, un problema serio especialmente en países en desarrollo, donde el uso de pesticidas está poco regulado
En la agricultura ecológica no se autorizan los organismos genéticamente modificados (OGM). El cultivo de OGM puede tener consecuencias negativas para el medio ambiente y faltan investigaciones sobre las consecuencias a largo plazo del cultivo transgénico.
Actualmente, no existen resultados científicos que demuestren que el cultivo de OGM y los alimentos transgénicos sean inofensivos para el medio ambiente y la salud humana, y se desconoce si la ingesta de plantas modificadas genéticamente supone un peligro directo para la salud.
Prohibición de antibióticos
Los estándares de control del reglamento europeo prohíben el uso de antibióticos en la ganadería ecológica, hecho que beneficia la salud de los consumidores.
El tratamiento veterinario que se dispensa al ganado, salvo excepciones muy tipificadas, es en muchas ocasiones homeopático, es decir, los animales se cuidan de forma preventiva, evitando la administración de antibióticos, tranquilizantes u hormonas.
Más sabrosos y nutritivos
Los productos ecológicos, al ser elaborados de forma más artesanal y cuidadosa, recuperan los gustos originales y tienen mejor sabor. Debido a que las plantas son fertilizadas orgánicamente, crecen más sanas y se desarrollan de mejor forma, conservando el auténtico aroma, color y sabor.
Gracias a esto, muchos consumidores prefieren alimentos ecológicos, ya que conservan el verdadero gusto de cada ingrediente y les permite recuperar el sabor tradicional de los alimentos. Además, los alimentos ecológicos se conservan mejor que los convencionales.
Por último, diversos estudios han demostrado que las verduras ecológicas, han presentado mayor concentración mineral que las normales, 25% más de potasio en lechugas, 14% más de calcio en tallos de hinojo y un 16% más de hierro en judía grano.