Tipos de dietas que no ayudan a tu metabolismo
Seguramente, gran parte de la población mundial ya ha buscado, en algún momento de su vida, algún régimen alimenticio estricto para lograr bajar de peso rápidamente.
Estas ‘soluciones mágicas’ o ‘dietas milagro’ son muy peligrosas, pues no ofrecen la nutrición equilibrada que nuestro organismo necesita. A continuación, veremos dietas que no ayudan a tu metabolismo y pueden perjudicar tu salud a largo plazo.
¿Por qué algunas dietas pueden perjudicar tu metabolismo?
En realidad, existen numerosas razones para no hacer un régimen que proponga perder peso sin comprender una reeducación alimenticia. A continuación, analizaremos las principales para explicarte porqué las dietas que no ayudan a tu metabolismo deben ser evitadas.
Cuando una dieta tiene menos de 1 200 o 1 400 calorías, no proporciona la base energética que tu organismo necesita. Con ello, tu metabolismo será más lento y pueden aparecer diversos síntomas, como cansancio, mareos, dificultad de concentración, cefalea, etc.
Por otro lado, un metabolismo más lento es contraproducente para la pérdida de peso. Para adelgazar necesitamos que nuestro cuerpo queme las reservas de grasa; si nos sentimos permanentemente cansados, no podemos ejercitarnos y la actividad física es fundamental para mantener un peso saludable.
Otro problema es que muchas ‘dietas mágicas’ suelen ser restrictivas, basándose en el consumo diario de una reducida variedad de alimentos, además poco calóricos.
Ello significa un desequilibrio alimenticio, pues nuestra nutrición debe aportarnos todos los nutrientes esenciales, vitaminas y minerales. Y comer los mismos alimentos por mucho tiempo es poco atractivo, dificultando la constancia del régimen.
Tres dietas que no ayudan a tu metabolismo
Dieta Dunkan
Esta es la versión más reconocida de la dieta de las proteínas, que se volvió muy popular en los últimos años. Su plan dietético comprende cuatro fases diferentes, y la duración de cada una dependerá de cuantos kilos se busque perder.
En la primera fase, solo están permitidas fuentes de proteínas animales, como carne, pollo, pescado, quesos magros y huevos. Su duración no debe ser superior a 10 días.
Durante la segunda etapa, se deben alternar los días en que se consumen proteínas y los que se ingieren verduras. La persona debe mantener esta variación hasta alcanzar el peso deseado.
La tercera fase se dedica a estabilizar el peso alcanzado y los carbohidratos deben volver a la dieta gradualmente. Una o dos semanas después se puede pasar a la cuarta fase, que consiste en retornar a la alimentación normal.
¿Y cuáles son los riesgos? Según el Ministerio de Sanidad y Consumo, la dieta Dunkan resulta especialmente peligrosa para los pacientes con problemas en los riñones o en el hígado. Además, el elevado consumo de proteínas puede llegar a intoxicar el organismo y perjudicar el metabolismo.
Dieta Atkins
La dieta Atkins puede ser considerada como una versión más estricta de la Dunkan. Su menú está basado mayormente en la ingesta de proteínas de origen animal; también es liberado el consumo de grasas, como manteca, aceite de oliva, aceite de coco, frutos secos, etc. El supuesto éxito de la dieta consiste en reducir al máximo el consumo de hidratos de carbono.
Los especialistas apuntan los riesgos para la salud de consumir un alto índice de grasas. Y alertan que las personas con problemas coronarios o con colesterol elevado no deben realizar la dieta Atkins. Por otro lado, la ausencia de vegetales y frutas ocasiona un déficit en el aporte de vitaminas y minerales.
Dietas de hambre
El ayuno controlado es practicado por muchas culturas ancestrales de forma equilibrada y siempre combinado con una alimentación consciente. No obstante, algunas dietas proponen periodos de ayuno para desintoxicar el cuerpo sin considerar la reeducación alimentaria.
Hay que aclarar que una buena desintoxicación puede ser muy benéfica para nuestra salud. Sin embargo, las dietas que proponen pasar días a base de agua, zumos, jugos verdes o detox, caldos o sopas, no son eficaces. Los kilos perdidos suelen ser recuperados rápidamente, al restablecer una dieta variada.
Además, los ayunos prolongados también suelen provocar una irritación o la inflamación de la mucosa estomacal. En algunos casos, si los ayunos se vuelven constantes, pueden llevar a la formación de úlceras en el tracto digestivo. Por todo ello, los regímenes que proponen pasar hambre están entre las dietas que no ayudan a tu metabolismo.
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Jadvar, H. (2017). Metabolism. In Molecular Imaging: An Introduction. http://doi.org/10.1017/9781107360044.008