Pilates o yoga: ¿cuál es el adecuado para ti?
Sobran métodos de entrenamiento y existen múltiples opciones para que puedas trabajar el cuerpo de manera adecuada. Sin embargo, pocas son las alternativas que se centran en el bienestar holístico a través de la respiración. Pero cuál es la más adecuada, ¿pilates o yoga?
Lo anterior no significa que los demás métodos de entrenamiento no incluyen la respiración para trabajar cuerpo y mente. No obstante, tanto el pilates como el yoga hacen un especial énfasis en ella y por tal razón se ponen en la balanza a la hora de querer realizarlos.
Vale destacar que estas dos disciplinas suelen ser confundidas por las personas. Incluso, muchos llegan a pensar que hace referencia al mismo método de entrenamiento. En ese orden de ideas, se hace necesario esclarecer las diferencias y determinar cuál es el más adecuado para ti.
Pilates o yoga, ¿son lo mismo?
Así compartan similitudes, el pilates y el yoga no son lo mismo. De entrada se hace necesario que comprendas sus diferencias, sus orígenes y sus objetivos principales. Para ello, te mostraremos un poco de cada disciplina. ¡Comencemos!
Método pilates
El método pilates nació el siglo pasado gracias a una persona llamada Joseph Pilates, la cual en su infancia padecía diferentes enfermedades y no contaba con las herramientas adecuadas para fortalecer su organismo.
Con base en ello, creó este sistema y pudo favorecerse a sí mismo. Además, con el paso de los años y las vivencias, tuvo la oportunidad de mejorar su método y ayudar a miles de personas afectadas por la guerra y algunas enfermedades.
Actualmente, el pilates contribuye al fortalecimiento del organismo en general, especialmente la zona media o core. Dicho trabajo influye en la fuerza, la resistencia y la flexibilidad; además se consigue por medio del control muscular. Además, puede ser trabajado en una colchoneta o con la ayuda de algunos elementos como mancuernas, balones medicinales o máquinas especiales diseñadas para el pilates.
Yoga
El yoga sobresale más allá de un método de entrenamiento convencional. Este se centra en una filosofía antigua de más de cinco mil años de creación. Su objetivo primordial es la unión de cuerpo, mente y alma, a través de diversas posturas y el control de la respiración.
El origen de esta filosofía se encuentra en la India y a pesar de ofrecer beneficios físicos, el yoga es mucho más espiritual. Su práctica regular por medio de asanas —posturas de yoga— favorece capacidades físicas como la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio.
Por otra parte, también contribuye al control de las emociones y disminuye los niveles de estrés, o síntomas relacionados con la ansiedad. El yoga solo requiere de una colchoneta para ser llevado a cabo. A pesar de ello, en ocasiones se emplean elementos como bloques de madera, mantas o balones especiales.
¿Encuentras las diferencias?
Aunque contribuyen al bienestar general del organismo y emplean la respiración como eje principal de sus rutinas, ambos cuentan con diferencias marcadas, más allá de su origen.
Por ejemplo, el método pilates cuenta con movimientos del cuerpo más dinámicos. Mientras que el yoga se centra en movimientos y posturas armoniosas y estáticas. En términos generales, podrías escoger cualquiera de los dos. La idea es que te enfoques en cuál se acerca más a los que deseas, tanto como proceso de ejecución, así como resultado.
Pilates o yoga, ¿cuáles escoges?
Si lo que deseas es trabajar la fortaleza del organismo, tonificar los músculos y mejorar la zona core, debes inclinarte por el método pilates. Sin embargo, si te inclinas más por el entrenamiento tranquilo, espiritual o posees altas cargas de estrés, el yoga es la mejor opción.
En caso de continuar con dudas, te aconsejamos que indagues más a fondo sobre los beneficios de cada disciplina, así tendrás un panorama más claro. También puedes optar por consultar profesionales en el área. Visitar un entrenador enfocado en pilates, un instructor de yoga y con base en ello sacar tus propias conclusiones.
Como último consejo, pero no menos importante, ambas disciplinas pueden ser trabajadas por ti en simultáneo. Para ello, se hace necesario que diseñes una rutina en la que dichos métodos converjan sin necesidad de interrumpirse entre sí.
En este punto también necesitarás asesoramiento profesional. Nada debe impedirte llevar a cabo un acondicionamiento físico oportuno, mientras cultivas tu mente y tu espíritu.
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