¿Las bebidas energéticas son perjudiciales para la salud?
Uno de los problemas nutricionales de la población joven a día de hoy tiene que ver con el consumo de bebidas energéticas. Esta clase de líquidos pueden resultar peligrosos debido a su composición y a su valor nutricional, que sobrepasa los límites aconsejados. Está claro las bebidas energéticas son perjudiciales para la salud, te vamos a enseñar por qué.
La venta de este tipo de productos se ha disparado en los últimos años. Por una parte, influye la poderosa mercadotecnia que hay detrás; por otra, su uso lúdico combinado con alcohol. Resulta preocupante observar cómo la juventud pone en riesgo su salud mediante la ingesta regular de estas bebidas.
Las bebidas energéticas contienen cantidades excesivas de cafeína
La cafeína es un alcaloide que incrementa durante un tiempo determinado el rendimiento cognitivo. En dosis moderadas, se considera segura para la salud, e incluso beneficiosa, ya que es capaz de reducir el riesgo de desarrollar ciertas patologías neurodegenerativas.
Sin embargo, esta sustancia es capaz de provocar una sobredosis. En cantidades superiores a 400 miligramos por día, comienzan a producirse efectos nocivos en el organismo, algunos de ellos relacionados con el funcionamiento del sistema cardiovascular. Es frecuente que un aporte excesivo de cafeína pueda causar una taquicardia, o incluso problemas mayores.
Todavía es más preocupante cuando el alcaloide se combina con alcohol, puesto que son dos elementos que ejercen efectos contrarios. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Human Psychopharmacology , si se mezclan las bebidas energéticas con las alcohólicas se pueden distorsionar los síntomas de la intoxicación etílica, lo que puede llevar al sujeto a ingerir más tóxico. Incluso se aumentan las probabilidades de padecer problemas agudos de tipo cardíaco.
Pueden generar tolerancia
Hemos hablado de los problemas de consumir una dosis excesiva de cafeína, que sería aquella superior a los 400 miligramos al día o a los 250 miligramos en una sola toma. Sin embargo, hay que tener claro que este alcaloide es capaz de generar cierta tolerancia. Algunos autores la catalogan también de moderadamente adictiva, ya que una vez que se suprime su ingesta, pueden aparecer mareos, dolores de cabeza y fatiga.
Lo que está claro es que acostumbrarse a consumir bebidas energéticas incrementa la cantidad de cafeína necesaria para ejercer un efecto normal. Esto puede llegar a confundir al individuo, que es capaz de introducir más dosis de la sustancia en el cuerpo para experimentar los mismos efectos, con los riesgos que conlleva. Afortunadamente, la tolerancia se revierte tras una semana sin consumir cafeína, pero es algo que hay que tener en cuenta.
La dosis de azúcar de las bebidas energéticas es excesiva
A los problemas del elevado aporte de cafeína de una bebida energética, hay que sumarle la presencia de una gran cantidad de azúcares simples en su composición. El consumo regular de este tipo de nutrientes ha demostrado estar relacionado con el sobrepeso. Además, también incrementa el riesgo de diabetes a medio plazo, junto con otras patologías de tipo metabólico.
Este efecto perjudicial del azúcar se vuelve todavía mayor cuando este se administra por medio de bebidas. Los alimentos suelen contener algo de fibra o de proteínas en su composición, lo que retrasa el vaciamiento gástrico y la entrada de la glucosa en el torrente sanguíneo.
Sin embargo, con las bebidas sucede justo lo contrario: la glucemia se eleva de manera repentina y se genera así un estrés pancreático mayor.
Las bebidas energéticas, perjudiciales para la salud
Por todo lo comentando con anterioridad, las bebidas energéticas son perjudiciales para la salud. Contienen elevadas cantidades de cafeína y de azúcar, dos sustancias nocivas cuando se consumen sin control y en exceso.
A esto hay que sumarle el uso que se realiza de estos productos, que se combinan muchas veces con alcohol para reducir los efectos de la intoxicación etílica. Esta mezcla supone un especial peligro, todavía más exagerado en el caso de los adolescentes, con un sistema cognitivo y nervioso en formación y desarrollo.
En síntesis, es aconsejable limitar drásticamente el consumo de las bebidas energéticas. Pueden tener su marco de aplicación, pero está ligado a situaciones concretas y especiales. Su uso habitual y recreativo no resulta beneficioso cuando hablamos de preservar un correcto estado de salud. La cafeína se debe ingerir en dosis controladas y preferiblemente por medio del café o el té.
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