¿Te cuesta perder peso? Podrías tener hipotiroidismo
Son muchas las personas que día a día se proponen iniciar un estilo de vida más saludable. Pasar del sedentarismo a la vida activa es complicado, pero se torna aún más difícil cuando seguimos una dieta restrictiva que, en muchos casos, está muy mal planteada.
Estas situaciones hacen que muchas personas se frustren rápidamente y acaben dejando de lado este estilo de vida que, muchas veces, califican de tedioso. Sin embargo, en otras ocasiones no es la falta de adherencia a un nuevo estilo de vida lo que hace que fallemos, sino una patología llamada hipotiroidismo.
La glándula tiroides
El tiroides es una glándula endocrina que se sitúa en el cuello, concretamente debajo de la nuez de Adán. Según los anatómicos, tiene forma de escudo o de mariposa. Está constituida por dos lóbulos laterales unidos por un istmo, que se continúa con un lóbulo más pequeño llamado piramidal.
La glándula tiroidea forma parte del sistema endocrino y, como el resto del sistema, está supeditada al control del eje hipotálamo-hipofisario. Este eje comienza cuando unas neuronas del hipotálamo secretan la hormona liberadora de tirotropina (TRH), que va a viajar a la hipófisis para que unas células de esta glándula secreten la tirotropina o hormona estimulante del tiroides (TSH).
La TSH es secretada a la circulación general en la hipófisis, y viajará hasta el tiroides para estimular los receptores de sus células. Allí estimulará la creación y secreción de las hormonas tiroideas, T3 o triyodotironina y T4 o tetrayodotironina, aunque más comúnmente la conocemos como tiroxina. Estas hormonas tienen en su estructura átomos de yodo, y por este motivo se relaciona este elemento con el tiroides.
Funciones del tiroides
La glándula tiroidea desempeña diversas funciones. Las más destacables tienen que ver con el control del metabolismo, la termogénesis y el crecimiento.
Las hormonas tiroideas, especialmente la tiroxina, favorecen la síntesis de proteínas y la lipólisis, por lo que son necesarios unos niveles adecuados para la pérdida de grasa y mejora de nuestra composición corporal.
Tanto la T3 como, sobre todo, la T4, tienen un papel importante en el crecimiento por su carácter anabólico, especialmente durante la pubertad. Además, una mayor concentración de estas hormonas activará receptores en el hipotálamo relacionados con el aumento de la temperatura corporal.
Hipotiroidismo
La patología de la glándula tiroidea incluye tanto hipertiroidismo como hipotiroidismo, en función de si existe un exceso o un déficit de las hormonas mencionadas. En este artículo vamos a hablar del hipotiroidismo y la repercusión que puede tener en el objetivo de perder peso de las personas que lo padecen.
Causas
El hipotiroidismo tiene diversos orígenes. Antiguamente, el más común era el déficit de yodo, que provocaba que no pudiesen sintetizarse suficientes hormonas tiroideas.
Hoy en día casi todos los alimentos llevan sales yodadas para que obtengamos el aporte nutricional necesario. El motivo más común en la actualidad de hipotiroidismo es una enfermedad autoinmune que provoca que los anticuerpos ataquen el tejido tiroideo e impide que se formen las hormonas. Esto es lo que se conoce como enfermedad de Hashimoto.
Manifestaciones clínicas del hipotiroidismo
El hipotiroidismo se manifiesta con síntomas como debilidad, cansancio, depresión y ganancia de peso, especialmente en forma de grasa. La falta de hormonas tiroideas provoca una disminución de la síntesis de proteínas y de la lipolisis, por lo que se pierde masa muscular y se gana grasa.
Además, la tasa metabólica basal se reduce, por lo que cualquier exceso de comida provoca que ganemos peso en forma de grasa.
Diagnóstico y tratamiento
Si sospechamos, por nuestra sintomatología —especialmente si la ganancia de peso va unida a la depresión—, que podemos padecer hipotiroidismo, lo mejor es acudir a un médico especialista en endocrinología.
Con base en nuestra historia clínica podrá pedir pruebas que confirmen el diagnóstico, tanto marcadores sanguíneos para determinar si existe enfermedad autoinmune como pruebas de imagen para valorar la funcionalidad de la glándula.
Si es diagnosticada, el tratamiento es sencillo. En la mayoría de los casos se pauta un tratamiento sustitutivo con tiroxina de forma indefinida.
Aclaraciones finales sobre el hipotiroidismo
Para terminar, vale aclarar que el hipotiroidismo no es una enfermedad común. Si sientes que te cuesta mucho perder peso y no eres capaz de lograr tus objetivos, en la mayoría de los casos se debe a una dieta mal estructurada por poca educación nutricional, y lo mejor será valorarlo con un experto en nutrición.
Pese a que es una posibilidad, realmente son pocos los casos en los que un paciente que no es capaz de perder peso padece hipotiroidismo. De todos modos, no dudes en consultar con un profesional de la salud.
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