Síndrome de dolor patelofemoral: síntomas y causas

El dolor patelofemoral es limitante, pero se suele curar de manera conservadora. ¿Conoces por qué se produce esta patología y cómo identificarla? Te lo contamos.
Síndrome de dolor patelofemoral: síntomas y causas
Joseph Wickman

Revisado y aprobado por el fisioterapeuta Joseph Wickman.

Escrito por Joseph Wickman

Última actualización: 26 mayo, 2023

El dolor patelofemoral es molesto y afecta a una parte de vital importancia para cualquier deportista o persona con una vida activa: la pierna. Que no vayamos a poder ni caminar sin vernos afectados hace que prevenir la patología sea de vital importancia.

Para evitar este problema tan limitante, vamos a analizar en qué consiste, qué síntomas notaremos y cuáles pueden haber sido las causas. Conocer es la primera medida para una prevención efectiva.

¿Qué es el síndrome de dolor patelofemoral?

La palabra patelofemoral hace referencia al fémur y a la rótula (patela). Por lo tanto, estamos ante un dolor que se notará en la cara anterior de la rodilla, específicamente alrededor de la rótula.

Pese a que los estudios apuntan a que esta patología puede tener muchas causas, la principal está relacionada con el tendón que une el músculo cuádriceps con la rótula y después la rótula con la tibia. Por lo tanto, el dolor será más intenso cuando pongamos en tensión dicho músculo. Así, gestos como agacharse, subir escaleras o hacer sentadillas recrudecerán los síntomas.

Síntomas de la patología

Como ya hemos visto y su propio nombre indica, el principal síntoma será el dolor alrededor de la rótula. Precisamente, será un dolor más bien generalizado y no local. Es decir, no nos dolerá un punto exacto ni sabremos decir con precisión dónde se origina, sino que es un dolor más difuso que afecta a un área.

En segundo lugar, la patología también cursa con rigidez. Tener una zona tan crucial lesionada hará que se retraiga y nos dificulte mover la pierna. La podremos estirar, pero nos costará mucho más trabajo flexionar la rodilla, ya que en esta posición estamos estirando los tendones afectados.

Causas del síndrome de dolor patelofemoral

El síndrome de dolor patelofemoral puede tener diversas causas.

Hay varias causas que pueden dar lugar a la aparición de este síndrome. Entre las principales, destacan:

  • Exceso de deporte. Los tendones son los encargados de transmitir la fuerza ejercido por un músculo al hueso para hacer que este último se mueva. Así, si practicamos mucho deporte, estamos continuamente exigiéndole al tendón que resista fuerzas. Si estas fuerzas se prolongan demasiado en el tiempo o son muy intensas, pueden surgir los problemas.
  • Ciertos deportes. Además de poder aparecer si practicamos cualquier deporte en demasía, hay ciertas disciplinas que nos predispondrán en mayor medida a sufrir esta dolencia: es el caso de aquellas que nos exijan estar constantemente saltando o esprintando. No es casualidad que a esta patología también se la conozca como «rodilla de corredor» o «rodilla de saltador».
  • Desequilibrio muscular. Si los músculos de la pierna y cadera no están bien equilibrados, la rótula puede estar descentrada. En caso de que esto ocurra, los tendones sufrirán porque estarán obligados a trabajar de forma antinatural. Así, debemos incorporar a la rutina ejercicios que trabajen amplios grupos musculares y no solo focalizarnos en los cuádriceps, por ejemplo.
  • Otras patologías. Es altamente probable que suframos este tipo de dolor si la rótula recibe un golpe y se fractura o sufrimos una luxación. También hay cirugías relacionadas con estructuras blandas de la rodilla que pueden hacernos más propensos a sufrir dolor patelofemoral.

¿Es posible prevenirlo?

Sabiendo las causas, podremos deducir la mejor manera de prevenir su aparición. Por una parte, debemos entrenar conociendo nuestros límites y realizar un incremento gradual de las sesiones de entrenamiento.

Si los tendones y demás estructuras están correctamente entrenados, serán más capaces de resistir tensiones fuertes y continuadas. No obstante, si intentamos aumentar el ritmo de entrenamiento de repente, es mucho más probable que tengamos problemas de este tipo.

En segundo lugar, si practicamos deportes en los que corremos y saltamos constantemente, es importante trabajar bien toda la musculatura. Fuera de dicho deporte, debemos entrenar grandes grupos musculares mediante otro tipo de ejercicios para no machacarlos constantemente de la misma manera.

Por último, si vamos a empezar a practicar un deporte de manera constante, es recomendable hacerse un análisis biomecánico. De este modo, nos aseguraremos de que tengamos una buena pisada y una correcta alineación de las piernas.

Deportista acude al fisioterapeuta para tratar un esguince de rodilla.

Difícil de evitar por completo

Siendo sinceros, va a ser difícil evitar el dolor femoropatelar si jugamos a baloncesto o nos gusta correr. Entrenar bien y de manera biomecánicamente correcta es esencial para bajar las posibilidades de sufrirlo, pero al fin y al cabo, estamos estresando constantemente la misma zona.

Lo bueno es que un estudio publicado por la revista Acta Ortopédica Mexicana, así como otras investigaciones, sugieren que este tipo de dolor se suele curar con métodos conservadores. Solo se recurrirá a técnicas agresivas en el caso que haya también un daño estructural. La gran mayoría de las veces podremos volver a practicar nuestro deporte favorito tras habernos recuperado completamente.


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