Síndrome de burnout en deportistas
Hablar del síndrome de burnout es muy común en un mundo laboral cada vez más exigente. No obstante, el burnout está vinculado con múltiples variables, necesidades psicológicas y condiciones de vida básicas. Por ese motivo, es un fenómeno que se presenta en condiciones excesivas de competencia, en las que reduce la calidad de las necesidades y condiciones mencionadas.
Uno de los ejemplos más claros es el deporte, en el que se combinan una alta presión física y mental. Pongamos un ejemplo: un deportista cualquiera genera tanto habilidades como expectativas que requieren un alto sacrificio de tiempo. Si el sacrificio no significa una recompensa conforme a las expectativas, el desgaste psicológico ha comenzado a producirse. Este es uno de los tantos ejemplos que veremos a continuación.
¿Qué es el burnout?
El síndrome del burnout, o por su equivalente castellano del ‘quemado’, se genera por una respuesta prolongada del organismo ante el estrés. Cuando una situación estresante se ancla en la vida cotidiana, el alto nivel de alerta y respuesta generado termina provocando un estado general de fatiga crónica, ineficiencia y malestar.
¿Por qué es tan grave? Este estado desajustado de respuesta e inestabilidad emocional afecta directamente los vínculos cercanos y laborales. A su vez, el sujeto puede tender al retraimiento, el aislamiento y la negación. El bucle negativo de síntomas y efectos directos tiene consecuencias en diversos niveles:
- Psicosomático: síntomas físicos como dolor de cabeza, sueño inestable o molestias gástricas.
- Conducta: problemas de vinculación, estallidos de ira y retraimiento.
- Emocional: distanciamiento del círculo cercano, ansiedad y poco rendimiento laboral.
- Defensivo: negación de la situación vivida y desplazamiento de sentimientos.
El síndrome de burnout en el deporte
El camino de formación de un deportista está lleno de obstáculos y exigencias. Sumado a ello, suele generarse un ambiente cargado de competencia, tanto entre rivales como compañeros de equipo.
En muchas ocasiones, parecería que lo único que importa es ser el mejor y para ello se dejan de lado los amigos, la familia, los estudios y el tiempo libre. Aún así, no es suficiente, y la prueba más clara de ello es el muy bajo porcentaje de deportistas que llegan a vivir del deporte.
“En Uruguay, de los niños que juegan al fútbol, que es nuestro gran tesoro, solo un 0,16 % logrará un éxito profesional. Eso quiere decir que más de un 99 % no lo logra. Pero nosotros los tratamos a todos por igual, trabajamos con todos de la misma manera para que estén inscritos en el universo cultural”.
—Oscar W. Tabárez—
Necesidades psicológicas básicas
Diversos estudios han relacionado el síndrome de burnout en el deporte con la insatisfacción de las necesidades psicológicas básicas. Estas son:
- Competencia: grado en que los sujetos se sienten valiosos y reconocidos a nivel social respecto a su desempeño y habilidades.
- Autonomía: este aspecto hace referencia al grado en que los sujetos sienten que son protagonistas de sus éxitos.
- Relación: se refiere a la necesidad y satisfacción que genera establecer vínculos asertivos con el entorno próximo.
La frustración de las necesidades mencionadas ha sido identificada como factor que predice el burnout. Este déficit basado en afectos negativos, vínculos disruptivos y baja autovaloración y autonomía se traduce en malestar físico y mental. Las consecuencias directas son evidentes cuando un deportista acusa lesiones repetitivas o intenta irse lo más rápido posible de un entrenamiento.
Variables institucionales
Otro aspecto fundamental dentro del síndrome de burnout entre deportistas es el factor institucional. Otras investigaciones muestran que, a mayor infraestructura y apoyo por parte de la institución que brinda el deporte, menores índices de burnout. Un club que ofrezca poca infraestructura expondrá a sus deportistas a mayores índices de problemas físicos y menor capacidad de desarrollo.
Por otro lado, también veremos mayor predisposición al burnout en instituciones que conciban al deportista como un negocio. Como bien establece el entrenador uruguayo Oscar W. Tabárez, en el caso del fútbol, dada la baja probabilidad de vivir de ello, los deportistas tienen que interiorizar que hay otra vida después del deporte. Para ello, una institución que brinde otras herramientas a los deportistas, como educación y apoyo psicológico, registrará menores índices de burnout.
El rol del entrenador ante el síndrome de burnout
El entrenador es una pieza fundamental en cualquier disciplina deportiva. Es quien dirige la actividad física, establece reglas y objetivos, premia, castiga y es ejemplo para los deportistas. Por todos esos motivos, un entrenador tiene especial incidencia en la satisfacción de las necesidades psicológicas básicas de los deportistas.
Estilos de conducción y burnout
Diversos estilos de liderazgo se relacionan con el síndrome de burnout en deportistas. Entre los principales, se encuentran:
- Capacidad de liderazgo percibido: cuanto mayor sea la percepción de un deportista sobre la capacidad de liderazgo de su entrenador, menores índices de burnout se registrarán.
- Estilo controlador: un estilo controlador por parte del entrenador predice de forma positiva la frustración de las necesidades psicológicas básicas.
- Relacionamiento interno: en ambientes en los que el entrenador no fomenta el correcto vínculo interno pueden producirse situaciones de bullying y hostigamiento que preceden el burnout.
¿Cómo identificar el síndrome de burnout?
A pesar de que existen muchos posibles síntomas asociados al agotamiento propio del burnout, podemos identificar tres grandes conglomerados. Cuando se presentan estas tres características, posiblemente estemos frente a un caso de burnout:
- Agotamiento emocional: el individuo se ve apático, visualmente cansado e incapaz de expresar su problemática.
- Despersonalización: el sujeto no parece el mismo, le importa menos el deporte y vincularse con los demás.
- Baja realización personal: alteración del rendimiento habitual, acompañado de una baja autoestima.
Las situaciones relatadas anteriormente seguramente no le serán extrañas a cualquier profesional que trabaje en el mundo del deporte. Es un problema que requiere de una rápida y eficiente actuación para evitar que la conducta desadaptativa se vuelva hábito en el deportista. El primer paso es identificar el foco de estrés, para luego brindar el apoyo correspondiente.
Un entrenador o cualquier profesional del deporte debe utilizar todas las herramientas a su alcance para revertir la situación. Hablar con la familia, recomendar la consulta a un profesional o incentivar cambios de hábitos son algunas de las tantas soluciones propuestas.
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