4 diferencias entre un psicólogo deportivo y un «coach»

La psicología deportiva y el «coaching» son dos formas de trabajar la parte mental en el deporte. En este artículo trataremos de clarificar en qué consiste cada una.
4 diferencias entre un psicólogo deportivo y un «coach»
Gloria Redondo Rincon

Escrito y verificado por la psicóloga deportiva Gloria Redondo Rincon.

Última actualización: 21 septiembre, 2023

La parte mental en el deporte es un pilar imprescindible para alcanzar un rendimiento óptimo; sin embargo, muchas personas no conocen las funciones de un psicólogo deportivo o un coach. La salud mental es un tema de moda en el deporte, y esto también se ve reflejado en el creciente interés por los profesionales que trabajan esa parcela.

Aunque ambos tengan el foco de trabajo en lo mismo, y quizás por eso haya confusión en sus roles, la forma de trabajar de cada uno y las herramientas son totalmente diferentes. Estar al tanto de las funciones de estos profesionales te permitirá escoger no solo qué quieres trabajar de ti mismo, sino con cuál figura deberías contar.

Para que tengas un punto de partida, en este artículo nos centraremos en definir y diferenciar a un psicólogo deportivo y a un coach.

Qué funciones tiene un psicólogo deportivo vs. un coach

Antes de diferenciar entre ambos oficios, es importante conocer de qué se ocupa cada uno. En primer lugar, conviene señalar que la división entre las parcelas no está del todo clara y, en muchas ocasiones, se superponen.

A grandes rasgos, el verdadero experto en salud mental y el que tiene más competencias es el psicólogo. Por otro lado, un coach se dedica a todo lo que tiene que ver con el acompañamiento o el crecimiento personal, pero en ningún caso realiza psicoterapia o trabaja sobre procesos mentales.

En concreto, las funciones de un psicólogo del deporte, de acuerdo con un artículo publicado en la Revista dominio de las ciencias, son las siguientes:

  • Evaluar, orientar, intervenir e investigar acerca de la psicología aplicada al campo del entrenamiento deportivo.
  • Conocer y optimizar las variables mentales que se relacionan de forma directa con el rendimiento (motivación, concentración, autoconfianza, relajación. etc.).
  • Ayudar al competidor a regular las emociones y comportamientos que pueden afectar su desempeño.
  • Trabajar con los equipos para que actúen de una manera más coordinada y organizada.

Por su parte, un investigador de la Universidad Pontificia de Comillas define al coaching como una herramienta de acompañamiento, basada en el diálogo y el autodescubrimiento. Su objetivo principal no es dar soluciones ni consejos, sino potenciar el crecimiento de cada persona.



Diferencias entre ambas figuras de referencia

Ahora que sabes las funciones de cada uno, el siguiente objetivo consiste en distinguirlos. A continuación, nos vamos a centrar en explicar las disparidades más significativas entre un psicólogo deportivo y un coach.

1. El método para alcanzar los objetivos

Como ya mencionamos en líneas anteriores, tanto el método como las herramientas de trabajo son diferentes entre ambos profesionales. Mientras que un psicólogo cuenta con una multitud de recursos, derivados de todas las orientaciones teóricas, el coach se basa principalmente en aplicar el diálogo.

Lo que se pretende con este último no es solo tener una conversación, sino que la misma sea una oportunidad para reflexionar y que aparezcan ideas novedosas. Por lo tanto, un coach no adopta una posición imperativa, sino que hace preguntas de manera estratégica para estimular la capacidad de pensar.

2. El psicólogo está capacitado para hacer psicoterapia

Decir que un psicólogo está capacitado para la psicoterapia parece una obviedad, pero merece la pena recalcarlo porque no siempre se da este supuesto. En ocasiones, los coaches van más allá de sus competencias y pretenden hacer psicoterapia, un riesgo bastante delicado para la salud de la persona que se pone en sus manos.

No hay que subestimar las consecuencias de la psicoterapia. Esta es mucho más que hablar. Supone tratar síntomas, conflictos o problemas que causan malestar. Por ello, solo está al alcance de los terapeutas, aquellos expertos que se forman en la universidad. El coaching, en cambio, no es un título académico, sino una formación complementaria y no reglada.

3. La psicología no siempre busca el cambio personal

Las intervenciones del coaching giran siempre en torno al crecimiento y la transformación personal. Buscan que el deportista cambie los atributos que no le gustan de sí mismo. Por otro lado, en la psicología esto no tiene por qué ser un objetivo primordial, a veces no es ni necesario.

El cambio no es algo que se plantee de base en la terapia. Por lo general, suele llegar como algo secundario después de haber hecho un trabajo para reconocer las cosas con las que uno no está conforme. Incluso, en ocasiones, no se consigue y esto no significa que la terapia esté mal planteada.

Al respecto, cabe decir que siempre hay que tener en mente que existen factores incontrolables y que no se puede hacer nada más que aceptarlos.

4. La Psicología es una ciencia y el coaching una metodología

La última diferencia que queremos apuntar entre un psicólogo deportivo y un coach reside en la esencia de ambas profesiones. En un artículo de la revista Informació Psicológica se afirma que la Psicología es una ciencia; es decir, se basa en el método empírico para extraer conclusiones, mientras que el coaching es una técnica o una forma de trabajar.

Este aspecto es importante tenerlo en mente, ya que también implica que la Psicología es una disciplina más completa. Sus hallazgos se ponen a prueba a través de experimentos científicos y esto le aporta un valor añadido.



Confía solo en los profesionales capacitados

Ahora que sabes las diferencias entre un psicólogo deportivo y un coach, te resultará más fácil saber a quién acudir según tus metas. Si lo que quieres es un acompañamiento y promover el cambio en ti, te recomendamos un coach. Si, por el contrario, buscas una ayuda más completa (optimizar tu rendimiento o combatir síntomas), necesitarás un profesional más especializado, en este caso un psicólogo.

En cualquiera de los casos, tu bienestar está por encima de todo. Por ello, debes cuidarlo acudiendo a las personas debidamente cualificadas. Esto significa que cuenten con la capacitación técnica y la titulación requerida para el ejercicio de sus funciones. Cuando se trata de la salud mental, no te la juegues, déjala en manos de los expertos adecuados.


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