4 historias reales sobre salud mental en deportistas

En este artículo te contamos algunas historias de deportistas de élite que combatieron con sus problemas de salud mental. Estas son muestras y lecciones de superación personal.
4 historias reales sobre salud mental en deportistas
Gloria Redondo Rincon

Escrito y verificado por la psicóloga deportiva Gloria Redondo Rincon.

Última actualización: 18 julio, 2023

Las historias de los deportistas que han sufrido problemas de salud mental son todo un ejemplo de superación. Los deportistas de alto rendimiento, al igual que el resto de las personas, no son inmunes a problemas de salud mental.

Aunque parezca que son personas que provienen de otro planeta, lo cierto es que a veces las situaciones difíciles se les atragantan, y no es raro que acaben desarrollando algún trastorno mental.

A este respecto, un artículo de la Revista National Geographic señala que la salud mental sigue siendo una asignatura pendiente en el deporte. A pesar de que la situación, en este sentido, ha mejorado en los últimos años, y cada vez son más los deportistas que hablan abiertamente de su salud mental; aunque todavía hace falta seguir invirtiendo recursos en la psicología deportiva.

Por ello, para tener una idea más general, a continuación te contaremos historias reales de deportistas en relación con su salud mental.

1. David Beckham y su lucha contra el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)

Los problemas de salud mental afecta a personajes tan famosos con Beckham.
El futbolista inglés continúa luchando con sus problemas de salud mental.

David Beckham, uno de los futbolistas más importantes de este siglo, no es inmune a los problemas de salud mental. Todavía cuando seguía jugando al fútbol reveló que padecía un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y que este le ha limitado mucho en su vida cotidiana.

El TOC se define por la presencia de pensamientos obsesivos (pensamientos desagradables que aparecen de forma repentina) y comportamientos compulsivos (conductas que se realizan de forma automática para eliminar el malestar que provocan las obsesiones).

En el caso de David Beckham, las conductas compulsivas consistían en una necesidad patológica por ordenar los objetos de su casa.

El propio David reconoció hace años que no soporta que las cosas estén perfectamente ordenadas en casa, y que esto le hace levantarse de madrugada a limpiar y ordenar. El lado bueno es que lleva años en terapia para tratar este problema, y que gracias a ella ha aprendido a convivir con el trastorno.

2. La retirada de la competición de Simone Biles en Tokio 2020

 Simone Biles, deportista de Estados Unidos.
La gimnasta estadounidense está preparándose para las olimpiadas de 2024.

Uno de los acontecimientos más sonados de las Olimpiadas de Tokio 2020 fue la retirada de la gimnasta Simone Biles en medio de la competición debido a problemas psicológicos. Esto, además de ser una noticia inesperada, nos dejó una importante lección: hasta los más grandes son vulnerables en situaciones de estrés.

El 27 de julio de 2021 saltaba la noticia que Simone Biles decidía poner punto y final a su participación en las Olimpiadas debido a que no estaba gestionando bien la presión de la competición.

La mente ganó esa batalla, pero esto no ha supuesto el fin de la mejor gimnasta de todos los tiempos. En la actualidad, ella sigue entrenando y preparándose para los Juegos Olímpicos de París, en 2024.



3. Andrés Iniesta, de tocar el cielo en Sudáfrica al infierno de la depresión

Andrés Iniesta reveló que tuvo problemas de salud mental.
El exjugador del FC Barcelona reveló que tuvo problemas de salud mental.

El futbolista Andrés Iniesta hizo vibrar a todo un país en el momento que marcó el gol decisivo de la final del Mundial de Sudáfrica, en 2010. Aparte, siempre será recordado como uno de los mejores centrocampistas del mundo.

La valentía que ha demostrado Andrés va más allá del terreno de juego, y es que ha sido de los pocos futbolistas que ha reconocido públicamente que ha sufrido una depresión.

Todo empezó en 2009 cuando su amigo y futbolista Dani Jarque falleció por un infarto agudo. A partir de ahí, Andrés cuenta que empezó a sentirse decaído y con bajo ánimo. A día de hoy está recuperado de la depresión, y aun así sigue yendo a terapia para comprender y solucionar aquellos aspectos que no le gustan sí mismo.



4. El volcánico carácter del golfista Jon Rahm

Jon Rahm tuvo problemas con su comportamiento por su forma de manejar su ira.
El deportista español dijo que la escritura ayudó a su problema de temperamento.

En muchas ocasiones el problema de los deportistas viene por un temperamento demasiado caliente. Esa forma de ser, si no se controla, es una continua fuente de problemas y conflictos con los demás. Justo esto es lo que le pasó al golfista Jon Rahm hasta que se puso en manos de profesionales.

Rahm era un deportista con un fuerte carácter. Su temperamento en más de una ocasión le ha costado ser protagonista de noticias poco deportivas.

Sin embargo, ha reconocido que la clave que le ha ayudado a enfriarse por dentro consiste en escribir en papel todas esas emociones.

En este sentido, un artículo publicado en la Revista de Psicoterapia señala los beneficios terapéuticos de la escritura emocional. Entre ellos, destaca el poder reflexionar sobre las emociones y los estados mentales desde un punto de vista más organizado y calmado.

Aprende de las historias sobre salud mental en deportistas profesionales

Después de haber descubierto todas estas historias, la vida de los deportistas profesionales puede parecer más cercana. Por encima de todo son personas que en algún momento de su vida lo pasaron (o pasan) mal. Aun así, lo que de verdad importa es que se levantaron y continúan luchando para vencer a sus propios demonios.

Este es precisamente la enseñanza que deberíamos tener en mente: caerse está permitido, pero levantarse es obligatorio. Hay situaciones en la vida que son desbordantes, y no se solucionan sufriéndolas en silencio.

El apoyo de otras personas, profesionales especialmente, es clave para superar las malas rachas. Si algo tienen en común todas estas historias, es que sus protagonistas confiaron en los profesionales para sentirse mejor.


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