El salto de longitud y sus cuatro fases

La carrera, el impulso, el vuelo y la caída son las fases que hacen parte del salto de longitud. Te contamos en qué consiste cada una, además de otras particularidades que constituyen esta disciplina.
El salto de longitud y sus cuatro fases

Escrito por Édgar Moreno

Última actualización: 02 octubre, 2024

El salto de longitud, también conocido como salto largo, es una disciplina del atletismo que mezcla técnica, fuerza, velocidad y coordinación. Durante su ejecución, el atleta debe contemplar cuatro fases para que el salto sea exitoso y le permita alcanzar la mayor distancia. Así pues, va más allá de realizar un salto, dado que para el correcto desarrollo de la prueba es necesario contemplar varias etapas.

Si quieres saber cómo se desarrolla el salto de longitud y sus correspondientes fases, sus reglas y principales características, te lo contamos a continuación.

¿Qué es el salto de longitud?

El salto largo es una prueba en la que el atleta debe llevar a cabo un salto después de una corta carrera y en un plano horizontal, con el fin de alcanzar la mayor distancia posible. La carrera que antecede el salto se desarrolla dentro de una zona demarcada y con un punto límite, denominado tabla de batida. Si el deportista pisa delante de dicho punto, el salto no será válido.

El punto de aterrizaje para el deportista es un foso de arena húmeda, en el que con facilidad se puede determinar el punto exacto de caída. La medida de la distancia del salto se hace desde la tabla de batida hasta la primera huella que haya dejado el atleta, sin importar la parte del cuerpo con la que la haga.

Las competencias de salto de longitud se llevan a cabo tanto en los Juegos Olímpicos como en los mundiales de atletismo.

Es una disciplina con una vieja data, puesto que hacía parte de los Juegos Olímpicos de Antigüedad, más exactamente del pentatlón. Ahora bien, cabe indicar que para aquella época los atletas hacían el salto con unas pesas que se llevaban en ambas manos, por medio de las cuales se buscaba un mayor impulso.



¿Cuáles son las fases del salto de longitud?

El salto largo tiene cuatro fases, que son la carrera de aproximación, el impulso, el vuelo y la caída. La razón por la que se contemplan dichas fases es porque a través de estas es posible optimizar el rendimiento del salto y asegurar al máximo las capacidades del atleta. Por ende, es una división que le permite a deportistas y entrenadores identificar, entrenar y mejorar diferentes aspectos que hacen parte de esta disciplina.

Además, las fases representan de manera natural y lógica el procedimiento que implica el salto de longitud, por lo que al desarrollarlas correctamente se contribuye a la distancia total del salto.

Con el fin de que puedas entender mejor en qué consiste cada una de estas fases, te exponemos a continuación los principales aspectos o consideraciones que se deben tener en cuenta:

1. Carrera de aproximación

Corresponde a la primera fase del salto largo y es de suma importancia para que las fases posteriores se desarrollen de manera óptima. En esta fase el atleta toma velocidad a lo largo de una pista recta, que suele tener entre 30 y 45 metros.

Así pues, para maximizar los resultados de esta etapa, se recomienda tener en cuenta lo siguiente:

  • Velocidad: antes de llegar a la tabla de batida, es menester alcanzar la mayor velocidad posible, dado que esto se traduce en una mayor distancia.
  • Control: si bien la velocidad es importante, el deportista también debe mantener un control idóneo durante la carrera, con el objetivo de obtener un impulso adecuado al momento de llegar a la tabla de batida.
  • Ritmo: al mantener una cadencia y un ritmo constante, el saltador garantiza que sus pasos sean los justos para que el pie de impulso llegue de manera correcta a la tabla de batida.
  • Concentración: cualquier descuido o mal cálculo pueden llevar a que el salto no se ejecute de la mejor manera. Por tanto, el atleta debe centrarse en su técnica y en una ejecución perfecta de sus movimientos.

2. Impulso

El impulso, también denominado como despegue o batida, es la fase en la que el saltador traduce la velocidad horizontal en altura y distancia. Para su ejecución, se deben considerar los siguientes aspectos:

  • Últimos dos pasos: al final de la carrera de aproximación, el saltador debe prepararse para el despegue, lo que implica mantener la velocidad y bajar su centro de gravedad. Esto se conoce como impulso vertical.
  • Posición del pie de impulso: este pie es el que suele pisar la tabla de batida y generar el impulso del salto, por lo que debe colocarse con firmeza para maximizar la transferencia de la fuerza y evitar faltas.
  • Ángulo de despegue: el rango ideal suele establecerse entre 18 y 22 grados, puesto que un ángulo más alto o más bajo puede disminuir la distancia del salto.
  • Potencia y explosividad: a través del los músculos de las piernas, principalmente cuádriceps, isquiotibiales y glúteos, el atleta aplica una fuerza explosiva hacia arriba y adelante, tratando de alcanzar el máximo impulso.
  • Coordinación de extremidades superiores e inferiores: consiste en estabilizar el cuerpo para que exista un balance adecuado entre brazos y piernas, ya que así el desempeño en la prueba mejora.

3. Vuelo

Es la fase en la que el atleta está en el aire luego de haberse impulsado. Si bien en cuanto a la trayectoria del cuerpo es poco lo que se puede hacer, la posición en la que se lleva a cabo esta parte es de gran importancia. Las principales técnicas que se contemplan en el vuelo son:

  • Técnica de colgar: el deportista mantiene las piernas juntas y el cuerpo extendido durante el vuelo.
  • Técnica de paso largo o ciclismo: el saltador lleva a cabo movimientos similares a correr en el aire.
  • Técnica de tijera: el atleta ejecuta movimientos de tijera con las piernas para poder mantener el equilibrio.
Cada deportista, de acuerdo con sus preferencias y capacidades, puede optar por la técnica que considere más conveniente.

Por otra parte, es pertinente que el deportista esté atento a lo siguiente:

  • Estabilidad del cuerpo: al igual que en la fase de impulso, el equilibrio entra brazos y piernas permite una correcta estabilización, lo que favorece de sobremanera la caída.
  • Preparación para la caída: la parte final de esta fase de vuelo implica que se prepare el cuerpo para el momento de aterrizaje. Para ello, lo recomendado es extender las piernas hacia adelante y mantener una posición aerodinámica.

4. Caída o aterrizaje

Corresponde a la fase de cierre del salto de longitud, en la que el deportista finaliza la prueba y trata de alcanzar la mayor distancia posible al caer en el foso. Se caracteriza por lo siguiente:

  • Extensión de las piernas: el saltador debe extender las piernas hacia adelante lo más lejos posible antes de tocar el suelo, con el objetivo de ampliar la distancia.
  • Posición y control del cuerpo: debe estar ligeramente inclinado hacia adelante para evitar que partes del cuerpo, como manos o glúteos, caigan hacia atrás y disminuyan la distancia que se busca establecer con las piernas.
  • Amortiguación: el momento del aterrizaje implica flexionar las rodillas y los tobillos para poder amortiguar el impacto y, con ello, disminuir cualquier riesgo de lesión.
En la actualidad, World Athletics, que es la principal organización de atletismo en el mundo, plantea cinco fases para el salto de longitud, dado que los «últimos dos pasos» se plantean como una fase independiente.

¿Cómo se desarrollan las competencias?

En el salto largo, lo normal es que los atletas se enfrenten en una primera fase en la que cuentan con tres saltos cada uno. De acuerdo con los registros obtenidos, avanzan los ocho mejores deportistas para enfrentarse en la fase final, en la que vuelven a contar con tres saltos para obtener la victoria.

Para cada atleta, el registro que se tendrá en cuenta será el de mayor distancia. En caso de igualdad, el ganador será quien tenga el segundo mejor registro o, si el empate persiste, el tercero.

Reglas básicas del salto de longitud

La entidad encargada de reglamentar el salto largo es la World Athletics que, además de señalar varios de los parámetros que ya fueron indicados, plantea las siguientes particularidades:

  • En las fases preliminares, los atletas cuentan con un minuto para realizar los intentos. En las fases finales, se extiende el lapso a 2 minutos. Si el deportista excede estos tiempos, el salto se considera nulo.
  • No está permitido realizar ningún tipo de voltereta (salto mortal) en el momento de tomar impulso o en el acto del salto como tal.
  • Si antes del primer contacto con la zona de caída el deportista toca el pasillo, el suelo exterior al pasillo o el suelo exterior a la zona de caída, el salto será considerado nulo.
  • Al momento de la prueba, deben existir varios oficiales o jueces que se encargan de supervisar todos los detalles de la misma.

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Salto de longitud: una disciplina bastante completa

Desde la carrera inicial hasta el momento de aterrizaje, el salto de longitud plantea el uso de diversas habilidades para su práctica. Por tanto, es una disciplina que requiere de un entrenamiento específico y una preparación que permita el desarrollo de las capacidades que favorecen su ejecución.

Así las cosas, representa cierto nivel de complejidad que va más allá de la destreza física, dado que entran en juego la concentración, la precisión y la coordinación de los movimientos del atleta. Todo esto, sin duda, le da a este deporte una configuración que sigue despertando el interés de muchos deportistas y aficionados en el mundo.

Créditos de imagen principal: The Irish Times.


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