¿Qué ejercicios pueden realizar los anticoagulados?

Los pacientes anticoagulados pueden realizar ejercicios y deportes, ya que no se trata de personas inactivas por definición. Eso sí, deben tomar ciertos recaudos.
¿Qué ejercicios pueden realizar los anticoagulados?
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Leonardo Biolatto

Última actualización: 30 mayo, 2023

En la consulta cardiológica, es habitual que los pacientes anticoagulados consulten qué ejercicios pueden realizar. Muchos sospechan que tienen prohibida toda actividad, y se sienten en problemas al tener que insertar en su rutina un deporte sin aumentar el riesgo cardiovascular.

Hasta el 1 % de la población mundial se encuentra bajo régimen con anticoagulantes, y eso representa un volumen de personas inmenso. Entre ellos, hombres y mujeres de diferentes edades y con patologías de base variadas.

¿Qué es un anticoagulante y para qué se utiliza?

Los anticoagulantes son medicamentos que disminuyen el riesgo de fabricar coágulos y trombos dentro de los vasos sanguíneos. Están diseñados para reducir la actividad trombótica natural y prevenir, así, una complicación frecuente de los pacientes cardíacos y vasculares.

Hay diferentes tipos de estos fármacos, pero el más empleado es el acenocumarol. Como detalla una publicación de la Revista Española de Cardiología, este se utiliza por vía oral, aunque existen otros que son inyectables, como la heparina, reservada para casos especiales y para internaciones.

Siempre el control del tratamiento con anticoagulantes es estricto. Los pacientes tienen que realizarse analíticas sanguíneas repetidamente para corroborar que el nivel de acción del fármaco es el adecuado y que el riesgo de trombosis se mantiene a raya. Suele ser un hematólogo quien lleva adelante el seguimiento, en conjunto con el cardiólogo de cabecera.

Es falsa la idea de que estos medicamentos licuan la sangre. El tejido hemático no se vuelve más líquido por tomarlos a diario, sino que se reduce su capacidad de coagular. Es decir que, al ocurrir una herida, por ejemplo, las plaquetas y los factores de coagulación serán más lerdos.

De allí proviene la precaución que se debe tomar en el ejercicio. No todos los deportes son recomendables, por esta característica principal, ni tampoco se pueden obviar las indicaciones derivadas de la patología que originó la necesidad de anticoagular.

Cardiólogo controla a un paciente anticoagulado.

¿Qué ejercicios no pueden realizar los anticoagulados?

El paciente anticoagulado debería evitar, en la medida de lo posible, los deportes de contacto. Las luchas, por ejemplo, como el boxeo y el karate, son una contraindicación. El riesgo de lesión es muy alto y una hemorragia sería incontrolable.

Otros deportes de alto riesgo, como la escalada y el descenso en mountain bike, entran en la misma categoría. Se trata de ejercicios asociados a golpes y traumatismos, con la formación de hematomas que, en una persona que toma anticoagulantes, conllevan riesgos más grandes que los normales.

En cuanto a las patologías de base, una de ellas es la fibrilación auricular. En estos casos, los pacientes tienen latidos anormales y sin sincronía en la zona alta de sus corazones, en las llamadas aurículas. Deben ser anticoagulados para que esos latidos anómalos no se traduzcan en coágulos que viajen al cerebro o a los pulmones.

Los pacientes con fibrilación auricular no pueden realizar ejercicios isométricos, como el levantamiento de pesas. Esto no es por la anticoagulación en sí, sino por la arritmia.

¿Qué ejercicios se prescriben a los anticoagulados?

Son muchas las opciones deportivas para un paciente anticoagulado. A pesar de lo que se cree, la actividad física no está contraindicada por completo, sino todo lo contrario, se recomienda para disminuir el riesgo cardiovascular.

Entre los ejercicios que pueden realizar los anticoagulados, tenemos los siguientes:

  • Marcha nórdica: este tipo de senderismo es de muy bajo impacto y el riesgo de lesiones es ínfimo. Incluso se pueden superar alturas notorias sobre el nivel del mar sin que eso signifique un problema para el efecto de los fármacos.
  • Natación: nadar en piletas aclimatadas es una opción perfecta para la salud del corazón, además de los otros múltiples beneficios que acarrea el deporte.
  • Gimnasia: en un ambiente controlado como el del fitness de interiores, con un instructor que guíe los movimientos, los anticoagulados tienen una posibilidad de desarrollar musculatura y tonificación a bajo riesgo. No hay traumatismos y las caídas prácticamente no ocurren.
  • Baile: más allá de la discusión sobre si sería o no un deporte, no quedan dudas de que puede considerarse ejercicio, y de los más completos. Las clases de danza están accesibles en todas las ciudades y pueden representar una alternativa para quienes gustan del movimiento pero no se convencen por ninguna práctica deportiva de las tradicionales.
Las clases de baile pueden ser un buen ejercicio para anticoagulados.

La anticoagulación no es el final de la actividad

Desterrar los mitos de la relación entre ejercicio físico y anticoagulación es una tarea que la medicina le debe a muchos pacientes. Por temor y por ignorancia, muchos se pierden los beneficios deportivos que prolongarían su vida y la calidad de esta.

El control con especialistas es ineludible para los anticoagulados, así como la analítica sanguínea frecuente. Cumplimentando con ello y con la toma de la medicación, es posible establecer una rutina de deportes que estimule la salud cardiovascular, sin necesidad de atravesar riesgos.


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