Aeroyoga: cuáles son sus beneficios y cómo se practica

El aeroyoga combina el yoga tradicional con una tela suspendida, lo que permite mejorar la flexibilidad y fortalecer el cuerpo. Conoce las ventajas de esta disciplina y la forma de practicarla en este texto.

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Federico Gil García

Última actualización: 15 mayo, 2024

El yoga combina posturas físicas con ejercicios de respiración y técnicas de meditación. No obstante, ¿sabías que existe un tipo de yoga que lleva a esta disciplina al siguiente nivel? Se trata del aeoryoga o yoga aéreo, una técnica que combina el yoga clásico con acrobacias en el aire y que ofrece diversos beneficios.

A través del uso de una tela que permite suspenderse en el aire, el aeroyoga brinda mayor flexibilidad y fortalecimiento de los músculos, entre otras características positivas. Te contamos en esta lectura cuáles son las principales ventajas de esta disciplina y cómo puedes practicarla tú también.

Estos son los principales beneficios del aeroyoga

El yoga aéreo es un tipo de yoga que combina varios elementos: las posturas de yoga tradicionales, conocidas como asanas, la danza, el pilates y las acrobacias aéreas. A esta práctica se la conoce también como yoga antigravedad y se diferencia del yoga clásico en que se realiza colgado sobre hamacas de tela que penden del techo.

Al ser una disciplina que apareció hace algunos años, se atribuye su creación a la instructora Michelle Dortignac en 2006. No existe literatura científica en abundancia que hable sobre los beneficios del aeroyoga.

Sin embargo, la evidencia anecdótica, además de las revisiones, como la realizada por la American Council on Exercise (ACE), sugieren que el yoga aéreo trae una gran cantidad de beneficios para la salud física y mental, tales como los que se reseñan a continuación.

1. Quema calorías

Mucha gente se pregunta si el aeroyoga es un buen complemento para bajar de peso y cuántas calorías se pierde con este ejercicio. Lo cierto es que esta técnica requiere una intensidad moderada y por medio de ella se pueden quemar hasta 320 calorías en una sesión de 50 minutos.

De hecho, la evidencia señala que tras un entrenamiento de seis semanas de yoga aéreo, los practicantes pudieron observar una reducción del peso y de la grasa corporal, así como de la circunferencia de la cintura.

2. Trabaja y tonifica músculos

Además de quemar grasa, el yoga aéreo es efectivo para la tonificación de los músculos, sobre todo los del core, que incluye abdominales, lumbares, glúteos, pelvis y musculatura profunda de la columna. Por otra parte, utilizarás mucho los brazos para sostenerte de la hamaca, por lo que también se contribuye a fortalecer bíceps, tríceps y deltoides.

3. Aumenta la flexibilidad

Un estudio publicado en Journal of functional morphology and kinesiology descubrió que aquellas personas que realizan deportes aéreos, como el aeroyoga, demuestran fuerza, flexibilidad, resistencia y coordinación.

Lo anterior se da gracias a que mediante esta práctica se estiran y elongan los músculos, ligamentos y tendones sin ninguna barrera física. Esto te brinda una mayor amplitud de movimiento y aumenta la flexibilidad general de tu cuerpo.

4. Mejora la circulación y la respiración

La ACE, en su revisión acerca de los beneficios de esta disciplina, sugiere que existe una reducción en los factores de riesgo asociados con enfermedades cardiovasculares. Los movimientos del aeroyoga hacen que el corazón bombee más sangre para abastecer a los músculos, por lo que se incrementa la circulación sanguínea al mejorar la entrega de oxígeno y nutrientes a tus tejidos.

5. Estimula la digestión

Otro de los beneficios del yoga, incluido el yoga aéreo, es que puede estimular tu sistema digestivo, al reducir problemas como el estreñimiento. Esto es gracias a posturas como las de flexión hacia adelante o las de estiramiento, que ayudan al buen funcionamiento de los órganos internos.

6. Reduce el estrés

Por último, no se puede obviar que mucha gente encuentra en el yoga una actividad para reducir el estrés y la ansiedad. En efecto, uno de los elementos clave de esta práctica es la conexión entre el cuerpo y la mente, lo que promueve una sensación de calma y bienestar.

El yoga aéreo combina el mindfulness con un ejercicio físico moderado, lo cual a su vez libera dopamina, serotonina y endorfina, sustancias responsables de originar una sensación placentera en nuestro ser.

¿Cómo se practica el aeroyoga?

Para crear el espacio de yoga ideal y practicar este tipo de yoga con tela, el elemento más importante que necesitarás es una hamaca. En ese sentido, si vas a apuntarte a clases de yoga aéreo, no debes preocuparte por su instalación.

Por el contrario, si en algún momento decides instalar tu propia hamaca, ten en cuenta que esté diseñada para soportar el peso corporal durante los movimientos.  Además, no olvides que también necesitarás una colchoneta para realizar algunos asanas no aéreos, por lo cual se recomienda usar ropa ligera y cómoda que cubra toda tu piel.

Posturas del aeroyoga

Existen muchas posturas del aeroyoga, dado que es una práctica que estimula la creatividad para realizar movimientos de todo tipo. Algunas de las posturas más importantes son las siguientes.

Estocadas aéreas

Son estocadas, pero con la pierna enganchada a la hamaca colgante. Para realizar este ejercicio, debes introducir tu pierna derecha dentro de la hamaca, enganchándola justo por debajo del muslo. Mantén la pierna izquierda en el suelo e inclínate hacia adelante.

Silla aérea

La postura de la silla aérea trabaja el equilibrio. Consiste en imitar la postura de sentarse en una silla, pero sin estar apoyado en la hamaca. En cambio, el apoyo estará en la parte superior y media de la espalda, lo que quiere decir que estarás haciendo fuerza en las rodillas y los tobillos.

Postura del guerrero

Conocida en sánscrito como virabhadrasana, la postura del guerrero trabaja brazos, hombros, rodillas, cuádriceps e isquiotibiales. Se realiza sujetando las asas de la hamaca y dando una larga zancada.

Postura de ángulo reclinado

Llamada en sánscrito supta konasana, la postura del ángulo reclinado consiste en apoyarse en la hamaca con las piernas abiertas en un ángulo amplio. Este movimiento hace que estires los músculos de las caderas, la ingle y los muslos.

Postura del arco

En el yoga sobre columpio también se realizan posturas clásicas de otros tipos de yoga, como este asana, también conocido como dhanurasana. Es una buena forma de calentar la columna para realizar otras posturas del aeroyoga más complejas, como la de la paloma real.

Consiste en acostarse boca abajo, doblar las rodillas y agarrar los tobillos o pies con las manos. Al inhalar, se levanta la cabeza, el pecho y las piernas, lo que permite formar un arco.

¿Todo el mundo puede practicar aeroyoga?

Es posible practicar yoga a cualquier edad, algo que, de igual manera, ocurre con el aeroyoga. Tampoco son limitantes la condición física o el nivel de habilidad, ya que tu instructor de yoga te guiará en las diferentes asanas, con el objetivo de aumentar la dificultad de forma gradual.

Sin embargo, es importante saber que el aeroyoga no está recomendado para mujeres embarazadas. A su vez, está contraindicado para pacientes de artrosis, artritis, desprendimiento de retina, personas con vértigo, hernias de disco o de hiato, pacientes con problemas de hipertensión, hipotensión, derrames cerebrales y otras enfermedades cerebrales. Ante cualquier duda, consulta a tu médico.

Aeroyoga: la mejor combinación entre mindfulness y ejercicio físico

El yoga aéreo está ganando cada vez más popularidad gracias a los beneficios que ofrece. Además de la parte física, no olvides que el yoga, en todas sus formas, incluido el yoga aéreo, está profundamente arraigado a una conexión mente-cuerpo.

Esta disciplina fortalece tu cuerpo y además será bastante útil para que alcances una mayor calma mental y un equilibrio emocional, lo que, en definitiva, está orientado a que puedas experimentar una sensación de bienestar integral.